En este 28 de septiembre, “Día de acción global por la despenalización del aborto”, desde LAB queremos hacer llegar nuestra solidaridad y apoyo a todas nuestras hermanas en lucha a lo largo y ancho del planeta por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
En Puerto Rico están ahora mismo librando una batalla para que no se aprueben unas medidas que quieren restringir este derecho. Precisamente en Puerto Rico, donde en los años 50 ensayaron la píldora anticonceptiva en muchísimas mujeres sin su consentimiento, experimentando con sus cuerpos y provocando daños irreparables para después someter a muchas mujeres a esterilizaciones masivas…
En Argentina, tras una masiva y potente movilización social a favor del derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, y tras aprobarse en el congreso, el senado rechaza la medida.
En Guatemala se está debatiendo en estos momentos una ley que castiga con cárcel los abortos involuntarios, además de aumentar el castigo por interrupción de embarazo y prohibir educación en diversidad sexual.
En El Salvador el aborto está penalizado con hasta 30 años de cárcel, sea espontáneo o no, esté en riesgo la vida de la mujer o no, sin tener en cuenta ninguna circunstancia que da lugar al embarazo. No hay ni una sola condenada en ese país que no sea pobre y hay más de 20 mujeres encarceladas por esta causa.
Nicaragua, Honduras, Haití, Andorra, Malta… desde América Latina (con excepciones como Cuba), pasado por África, atravesando Asia y, llegando a Europa, hasta Euskal Herria… La lista es interminable y la lucha de las mujeres incansable. Son contados los países en los que se da sin restricción respecto a la razón y anecdóticos en los que se da con todas estas condiciones que reivindicamos: libre, seguro y accesible para todas las mujeres.
Penalizar el aborto no lo evita, sino que pone en riesgo nuestras vidas al tener que realizarlo de manera clandestina, sin garantías ni seguridad.
Nuestro cuerpo sigue siendo un campo de batalla y se sigue utilizando como moneda de cambio. Ya sea prohibiendo la interrupción voluntaria de un embarazo, negándonos el acceso a anticonceptivos, fomentando medidas de natalidad, disuadiéndonos de tener más hijos o animándonos a tratamientos de fertilidad…. Sea como sea, los poderes de turno siempre han utilizado el control sobre nuestros cuerpos para hacer valer su poder de imponer políticas retrógradas, para conseguir votos o para atraer a sectores tradicionales contrarios a nuestros derechos, como la iglesia católica.
Nosotras, decimos claramente que no existe democracia posible mientras no exista el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos de manera libre. Y aplaudimos a todas las mujeres en lucha por este derecho.
En este día, hacemos nuestras las palabras de nuestras hermanas puertorriqueñas en su Campaña Nacional para el Aborto Libre, Seguro y Accesible en Puerto Rico:
“Contrario a lo que proponen los mitos, la desinformación y las creencias morales fundamentalistas, el aborto salva vidas cuando se practica en condiciones adecuadas y sin restricciones de acceso. Sabemos que limitar y/o prohibir el derecho al aborto es retroceder, así como fomentar el aborto clandestino, entre otras prácticas de alto riesgo para la vida de las mujeres. Nuestra propuesta es, y siempre ha sido, la de promover la educación sexual integral desde las escuelas, el acceso libre a métodos anticonceptivos para prevenir y el aborto legal para no morir. Apoyamos y defendemos el derecho de las mujeres y de cualquier persona sobre sus cuerpos como un derecho básico e indispensable en cualquier sociedad democrática y donde reine la equidad de género”.