Las subvenciones de la Fundación de Riesgos Laborales serán el único punto del orden del día del Consejo General de Osalan cuando, un día sí y otro también, se están produciendo accidentes laborales.
Los accidentes laborales siguen subiendo de forma alarmante en la CAV. Hasta el mes de julio de se han producido 228 accidentes laborales al día, de los cuales por lo menos 29, han sido mortales y 112 graves.
Ayer tuvimos conocimiento de dos nuevos accidentes graves. Un operario forestal de 55 años resultó herido grave en Mallabia y un transportista de 58 años resultó gravemente herido mientras descargaba una plancha de acero en la empresa Alcade Eibar.
En primer lugar queremos mostrar nuestra solidaridad y apoyo a las familias de los trabajadores heridos y a sus personas allegadas,deseando su pronta recuperación.
Los datos son un escándalo, sobre todo si tenemos en cuenta que casi todos los accidentes de trabajo se pueden evitar. Podemos afirmar que la precariedad de nuestras relaciones laborales es lo que está en la base de los accidentes de trabajo.
Año tras año, mes tras mes, los accidentes laborales siguen aumentando. La clase trabajadora no tenemos garantizado el derecho a la salud laboral y ni tenemos garantías de poder volver a casa con vida. Ante este desolador panorama al que nos enfrentamos día a día, queremos denunciar la actitud de los responsables institucionales por no situar el problema de la alta siniestralidad en su agenda política. Tampoco hemos escuchado de boca de las instituciones vascas ninguna denuncia de la política de precarización, sino su apoyo; ni mensajes de apoyo a las familias, al contrario, ayer mismo el Consejo General de Osalan convocó a una reunión extraordinaria para el próximo día 13 de septiembre cuyo único punto a tratar son las subvenciones que otorgan la Fundación de Riesgos Laborales, mientras la prioridad de instituciones, patronal, CCOO y UGT es repartirse el dinero que dicen que van a destinar a hacer prevención . La realidad es que los y las trabajadoras estamos absolutamente solas e indefensas, las administraciones públicas hacen dejación de sus funciones y no realizan un control real sobre las empresas ni hay sanciones ejemplarizantes. Quedan para repartirse el dinero.
Exigimos a Osalan y al Gobierno Vasco un cambio radical de las políticas de salud laboral, que incrementen en las empresas el control yla inspección en materia de seguridad laboral y que no impongan políticas que signifiquen un deterioro de las condiciones laborales .
Desde el sindicato LAB seguiremos trabajando en la defensa de los derechos de los y las trabajadoras y en la sensibilización contra la precariedad. Junto con la respuesta y la movilización syndical, vamos a articular una respuesta social masiva de rechazo ante este tipo de violencia hacia los y las trabajadoras.