La Federación Sindical Mundial (FSM) en representación de más de 92 millones de trabajadores y trabajadoras afiliadas en cada rincón del mundo, condena enérgicamente la represión en el Estado español tras la condena de 13 años en cárcel a las y los jóvenes de Altsasu.
Este fallo de la Audiencia Nacional que impuso las penas máximas por delitos de “atentado” a los agentes de autoridad se suma a una larga serie de acciones por parte del Estado español que buscan intimidar y amedrentar al pueblo y los estratos populares. Es evidente que a medida que crece la injusticia social, el empobrecimiento de la población y el desmonte de las conquistas laborales, se va agudizando el autoritarismo y la represión del estado burgués contra el pueblo. Eso pasa en toda la Unión Europea y es una directriz de la misma.
La FSM declara alto y claro que ninguna persona no tiene que ser reprimida o perseguida por causa de sus ideas y convicciones. Asimismo, reitera su solidaridad internacionalista con los pueblos del Estado español en sus luchas contra la burguesía y el capital.