LAB ha recibido varias denuncias de supuestas irregularidades en las pruebas de varias de estas categorías. Estas denuncias han señalado la posibilidad de que se hayan producido filtraciones de los contenidos de los exámenes.
Según el testimonio de varios facultativos, estas irregularidades no serían sólo puntuales sino algo que sucedería con cierta frecuencia en las OPEs de facultativos especialistas, donde en ocasiones “sólo sacan plaza aquellas personas que son elegidas por sus jefes o jefes de servicio”. Tenemos que señalar que no es la primera vez que nos han llegado afirmaciones de este tipo.
Ante la gravedad de las acusaciones, LAB ha recabado distintas informaciones sobre las pruebas de esta OPE, quedando demostrado que, al menos en varias categorías de Facultativos Especialistas, la segunda prueba no se ha corregido con el “sistema de plicas” (o al menos no ha sido público) que impide saber la identidad de la persona que ha realizado el examen corregido y que busca la imparcialidad en la corrección. Este sistema es el que la propia Osakidetza propone en su normativa reguladora de las pruebas de OPE, por lo que no deja de sorprendernos la falta de un criterio uniforme para todos los exámenes, ya que en unos exámenes sí se ha aplicado este sistema, y en otros no.
Por su parte, analizadas las gráficas de resultados de los exámenes, en varias categorías aparecen resultados altamente sospechosos que pudieran indicar una filtración del contenido del examen. La gravedad del tema exige una aclaración inmediata por parte de Osakidetza y la Consejería de Sanidad. LAB, por su parte, ya ha solicitado a la Dirección General del ente una reunión urgente para recibir explicaciones sobre el tema y solicitar un nuevo protocolo en materia de preparación de exámenes y custodia, y exigimos a su vez que el Consejero Darpón dé explicaciones sobre estas cuestiones en el Parlamento. Por otra parte, hemos procedido a solicitar la impugnación de aquellas pruebas en las que pudieran haberse producido irregularidades.