El 28 de mayo es un día para reivindicar el derecho a la Salud que tenemos las Mujeres. La iniciativa partió de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales y Reproductivos y fue el resultado de una asamblea que se realizó en Cos- ta Rica en 1987. El año siguiente se celebró por primera vez.
En un principio se centraba en cuestiones que afectaban a salud sexual y reproductiva. El primer año que se celebró se puso en marcha una campaña para denunciar la mortalidad entre las embarazadas y exigir medidas de prevención. Lo cierto es que, en muchos lugares, ser madre o no querer serlo sigue siendo una decisión que pone en peligro la vida de las mujeres. Entre las demandas destacaba otra: la derogación de programas de control de natalidad establecidos sin la participación de las mujeres.
Han pasado muchos años y hay cosas que han cambiado, otras no tanto, pero la realidad de fondo sigue siendo la misma: se conoce poco de la salud de las mujeres* (y del resto de cuerpos no normativos), se debate poco de nuestros problemas y las respuestas que se dan desde las políticas públicas son insuficientes y en muchos casos equivocadas. La centralidad y referencia siguen siendo los cuerpos de los hombres y estos representan el modelo a tener en cuenta. Eso tiene un nom- bre: androcentrismo, y tiene consecuencias, no se tiene en cuenta lo que pasa con el resto de cuerpos. Nuestras necesi- dades y nuestras demandas ni les ocupan ni les preocupan.
Cuando se habla de salud de las mujeres* se hace referencia a la reproducción y su importancia. Nosotras no estamos de acuerdo con esto. Nacemos mujeres*, no madres. Queremos que se cuide nuestra salud seamos madres o no. Tenemos derecho a vivir con salud y queremos que eso sea real en todas las etapas de nuestra de vida. Queremos que se proteja y se cuide nuestra salud seamos niñas, jóvenes, adultas o mayores.
El Día Internacional por la Salud de la Mujer no es muy conocido en Euskal Herria, pero desde LAB queremos aprovechar la fecha para lanzar una iniciativa: hacer visible que las mujeres perdemos la salud en el trabajo. Demostrar que muchos de los trabajos que realizamos son malos para nuestra salud. Queremos denunciar que nuestra situación en el mundo laboral pone en riesgo nuestra salud, porque sabemos que denunciar es la forma de empezar a recorrer el camino que les obligue a tomar decisiones y adoptar medidas ante este problema
No perder la salud en el trabajo es un derecho, ¡TAMBIÉN PARA LAS MUJERES!
Las mujeres trabajamos toda la vida, en casa o fuera de ella. Nuestro trabajo principal es el de cuidados (o trabajo repro- ductivo), trabajo que no se reconoce ni se valora. Es imprescindible para el sistema pero el sistema no lo tiene en cuenta, no lo reconoce, no lo protege. El trabajo que se hace en casa no genera derechos. No hay políticas reales ante los riesgos que conllevan todos los trabajos relacionados con el cuidado, con lo reproductivo.
Este sistema capitalista y patriarcal determina a qué trabajos podemos acceder en el mercado laboral: limpiar, servir, cui- dar… trabajos de segunda categoría para el sistema. Las condiciones son peores, los derechos más limitados. Son trabajos físicos que se hacen en condiciones muy concretas (comedores ruidosos, residencias con plantillas escasas, ritmos de trabajo establecidos por hombres que no han limpiado en su vida…). Estos trabajos tienen consecuencias directas en nues- tra salud, pero cuando se habla de salud laboral quedan al margen. Realizar trabajos de segunda categoría nos hace tra- bajadoras de segunda.
Nos excluyen de muchos trabajos porque “supuestamente” somos más débiles. Nos cierran las puertas de profesiones concretas porque al parecer son peligrosas para nuestra salud. Son excusas para discriminarnos. Es cierto, nuestra salud tiene sus características y sus necesidades. Eso es lo que hay que valorar y tener en cuenta. Y eso es, precisamente, lo que no quieren ver, lo que se niegan a reconocer. No son “cosas de mujeres”. Son cuestiones que hay que tener en cuenta en las políticas y en los programas de salud.
Hoy, Día Internacional de la Salud de la Mujer, queremos dar pasos ante esta realidad, con los siguientes objetivos:
● Hacer visibles las consecuencias que tienen en nuestra salud los trabajos domésticos.
● Poner en cuestión las consecuencias que tienen las condiciones laborales en los sectores feminizados para la sa- lud de las mujeres. Hacer visibles los problemas más importantes, los riesgos, y las decisiones que se toman (o que nunca toman) en las empresas.
● Analizar y cuestionar la atención que se presta a la salud de las mujeres trabajadoras por parte de las institucio- nes y los servicios de salud.
Lo queremos hacer con la participación de las trabajadoras. Desde su denuncia. Recogeremos lo que pasa en vuestros centros de trabajo, los problemas que generan en la salud de las trabajadoras las condiciones en las que trabajan.
Iniciativa de LAB
Muchas trabajadoras llevan trabajando esta cuestión desde hace tiempo. Han denunciado la situación en sus empresas, las respuestas que dan desde las mutuas… Ese es el trabajo que LAB quiere impulsar y proyectar con esta iniciativa.
Conocemos los datos porque nos lo dan Osalan y el Instituto de la Salud de Nafarroa. Pero esos datos no reflejan toda la realidad. No tienen en cuenta todo el trabajo realizado en casa. No valoran los diferentes dolores que sufrimos al salir del trabajo. No recogen la realidad de todas esas mujeres que trabajan fuera de casa pero sin contrato. Nos hacen la foto oficial; nosotras queremos la foto real, la foto que se hace desde la realidad de las trabajadoras.
Con los datos que recojamos haremos propuestas concretas para impulsar la acción sindical de LAB en defensa de la salud de las mujeres. La Secretaría Feminista asumirá la tarea de llevar esta batalla a las instituciones. LAB tiene la intención de tomar la iniciativa a tres niveles:
● Proponer medidas concretas para el mundo del trabajo, asumiendo que los trabajos en casa forman parte del mundo laboral.
● Hacer una guía para trabajar en defensa de la salud laboral de las mujeres en los centros de trabajo.
● Hacer visible la realidad de las mujeres trabajadoras el 28 de abril, Día Internacional de la Seguridad y la Salud
en el Trabajo.
LAB ha abierto la dirección de correo electrónico emakumeonosasuna@lab.eus para recoger las demandas, denuncias, opiniones o críticas de las trabajadoras. Estará en marcha hasta el 30 de junio. También habrá la opción de dejar la aportación en las sedes del sindicato. El sindicato se pondrá en contacto con todas las participantes.