Las organizaciones sociales y sindicales que impulsamos la Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria en rueda de prensa hemos hecho un llamamiento al conjunto de la sociedad vasca a participar activamente en las manifestaciones convocadas por los y las pensionistas del día 26 de Mayo.
Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria
Las organizaciones sociales y sindicales que impulsamos la Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria llamamos al conjunto de la sociedad vasca a participar activamente en las manifestaciones del día 26 de Mayo, convocadas por las asociaciones de pensionistas en las capitales de herrialde.
La lucha de las personas pensionistas en defensa de un sistema publico de pensiones; una pensión mínima garantizada de 1080 euros; la revalorización de las pensiones en función del coste de la vida; la eliminación de la brecha de las pensiones entre hombres y mujeres y la derogación de las reformas laborales y del sistema de pensiones que han incrementado la precariedad y la pobreza, son reivindicaciones recogidas en la Carta y que exigimos a las instituciones vascas sean de inmediato garantizadas.
El derecho a una pensión suficiente, un empleo de calidad y una vida digna, no son derechos-mercancía que se compran y se venden en las negociaciones político-institucionales. Son derechos sociales fundamentales que hay que garantizar y ejercer.
Garantizar a las personas mayores y jubiladas unas pensiones suficientes ha sido base fundamental del denominado Estado del Binestar y de cualquier proyecto de sociedad democrática.
Los ataques contra el sistema público de pensiones, el endurecimiento de las condiciones de acceso y reducción sistemática de la pensión para liquidar el sistema público y fomentar en beneficio de especuladores financieros los planes y fondos privados de pensiones es la estrategia de los diferentes gobiernos del Estado y del Pacto de Toledo. Las reformas de las pensiones de 2011(Gobierno Zapatero) y 2013(Gobierno Rajoy) no han sido mas que el último golpe de gracia para dejar sin recursos el sistema pública y rebajar las pensiones un 30%.
No esperamos nada ni de los gobiernos del Estado ni de los partidos que les dan cobertura desde instituciones vascas; dejar en manos del Pacto de Toledo nuestro derecho a una pensión publica digna es poner el zorro al cuidado del gallinero. Las reformas orquestadas por ellos están persiguiendo dejar sin recursos el sistema público y que hoy y aquí en Euskal Herria una de cada tres personas pensionista tenga una pensión inferior al actual SMI o que una de cada dos no llegue a 1000 euros.
Por ello tal como exigimos en la Carta que impulsamos es necesario constitucionalizar en Euskal Herria los derechos recogidos en la misma, incluido entre ellos el derecho a una pensión pública digna y suficiente, suscritos por la mayoría social y sindical y garantizar con recursos suficientes el ejercicio de los mismos.
No es un problema de falta de recursos, es un problema de reparto equitativo de la riqueza y de voluntad política para poner los intereses de las personas por encima de los intereses de los mas ricos y el negocio de los especuladores financieros.
Hemos repetido hasta la saciedad que sólo con equiparar la presión fiscal de la CAV y Navarra a la media europea dispondríamos del dinero mas que suficiente para garantizar nuestras pensiones y una sanidad y educación universales. Si se persiguiera con eficacia el fraude fiscal y se implementara una fiscalidad en la que todas las personas independientemente del origen de su renta y patrimonio tributaran en una escala progresiva del impuesto todas y todos podríamos sin exclusiones acceder a unas condiciones de vida dignas.
Por todas estas razones y porque estamos convencidos que la única lucha que no se gana es la que no se realiza convocamos a todas las personas, mujeres, jóvenes, trabajadores y trabajadoras, autónomas, desempleadas y empleadas, mujeres invisibilizadas por realizar tareas de atención y cuidados en el ámbito convivencial… a movilizarse el 26 de Mayo y convertir, Bilbao, Donosti, Iruña y Gasteiz en un clamor por nuestros derechos.
Nadie nos va a regalar nada y sólo la lucha es nuestra garantía de que vamos a ganar.