La Dirección de Osakidetza no tiene ninguna prisa en negociar ninguno de los puntos que propuso antes del verano porque ya tiene la foto que tanto deseaba de una nueva OPE y un Concurso de Traslados, de la mano de SATSE, SME y UGT. Mientras tanto, nos pone encima de la mesa un nuevo tipo de contrato, el nombramiento "estable y flexible", y nos lo quiere vender como una solución a la falta de personal en los centros y como una mejora en la estabilidad del empleo. Nada más lejos de la realidad.
Este contrato está pensado, de momento, para Médicos de Familia y Enfermería. Y lo único que ofrece es una duración de un año, prorrogable hasta 3 años. Un año, pero ¿a cambio de qué? Simple y llanamente, a cambio de renunciar a todos nuestros derechos laborales más básicos: sin cartelera estable, con total movilidad por cualquier centro de la OSI, en cualquier turno y con todo tipo de limitaciones para disfrutar de vacaciones, licencias permisos etc…Es decir, un contrato que nos convierte en esclavos.
La solución no pasa por un contrato que oficializa la precariedad y acaba con nuestros derechos laborales. Lo que se necesita para cubrir las ausencias es crear plazas con códigos, que tengan sus carteleras estabilizadas y con todos sus derechos en vigor, y unas plantillas suficientes y con margen para hacer frente a estas situaciones. En todas las categorías además, porque la no cobertura de ausencia afecta a todos y todas.
En última instancia, la dependencia de Osakidetza de la normativa sanitaria española, con sus números clausus y sus limitaciones de todo tipo no permite una forma más sencilla para solucionar la falta de profesionales sanitarios. ¿Por qué tenemos esas carencias con toda la gente que cada año se forma en Euskal Herria y con toda la que querría formarse? Rompamos las amarras y apostemos por una normativa propia adecuada a nuestras necesidades.