LAB exige al Gobierno Vasco que deje en manos de la sociedad vasca la decisión de qué hacer con los terrenos donde se quiso instalar la central nuclear, que Iberdrola pague los gastos de reparación de los gastos ocasionados a la costa vasca, y si se decidiera instalar alguna instalación en Lemoiz, que sea de control y gestión publica, y que cree empleo público y de calidad. Hemos comparecido hoy en Bilbo para hablar de este teman.
La semana pasada, la Consejera de Desarrollo Económico Arantza Tapia y el director general de AZTI Rogelio Pozo presentaron dos proyectos de parques acuícolas. Uno en Mendexa, que parece ser que se construirá el año que viene, y otro a más largo plazo en las ruinas de la central nuclear de Lemoiz.
Nuestro pueblo respondió con determinación a favor del medio ambiente y de nuestra salud y en contra de la energía nuclear. Quedo bien claro que en nuestra sociedad no hay espacio para las centrales nucleares. Durante estos años, por imposición hemos estado pagando a Iberdrola los gastos de una enorme mole de cemento que afortunadamente, nunca se puso en marcha. Durante estos cuarenta años, ha sido una reivindicación histórica que el pueblo recuperara esa tierra de Basorda, con el derecho a decidir qué proyecto comunitario se tiene que instalar en ese espacio. O si la naturaleza tiene que recuperar ese trozo de costa del Cantábrico.
En opinión de LAB, de instalarse cualquier proyecto, tiene que ser democráticamente elegido, tiene que ser gestionado por las instituciones públicas, tiene que responder a las necesidades de la ciudadanía, tiene que generar empleo público y de calidad, y desde luego, tiene que ser respetuoso con el medio ambiente y con nuestra salud. El parque acuícola puede ser una opción, no nos opondríamos a ella.
El terreno de Basorda en Lemoiz quedará en manos del Gobierno Vasco, y tiene que ser asi, pero tenemos que exigir a Iberdrola, que pague los daños que ha causado.
Por lo que sabemos, las tomas para recoger agua de mar son validas. Para poner en marcha el proyecto habría que acondicionar el terreno, lo que costaría más de 18 millones, y la construcción de la factoría, otros 25 millones. Y el capital privado debe tener mucho interés en criar gambas, truchas, salmones, langostinos y otras especies.
Por otro lado, si el Gobierno Vasco quiere impulsar el sector pesquero, que por ahora no se centre en parques acuícolas. Que no dejen morir la pesca vasca, que realicen una política pesquera adecuada, y que realicen las inversiones necesarias en el sector. Y de instalar un parque acuícola, que sea gestionada por las Cofradías de Euskal Herria, y los peces que se criaran en ella, serían de especies que han desaparecido en el Mar Cantábrico.