Hemos comparecido hoy en Bilbo para hablar sobre el futuro de La Naval y la necesidad de un plan industrial que garantice su continuidad. Lo hemos hecho junto a representantes de las subcontratas. Compartimos que se constituya una mesa que aborde la solución de La Naval, con participación de las instituciones públicas. El astillero es uno de los sectores en los que más subcontratación existe. En Sestao hay alrededor de 215 trabajadores y trabajadoras contratados directamente por la Naval y en los últimos años, unos 1.800 trabajadores y trabajadoras subcontratados, es decir, un 90% del total de la plantilla es subcontratada. Teniendo en cuenta este dato, nos parece imprescindible contar con este colectivo a la hora de abordar el futuro de la Naval y las posibles soluciones. Por ello, exigimos la presencia de una representación de las subcontratas en la mesa que se constituya para la salvación del astillero.
La privatización de La Naval trajo consigo un modelo laboral basado en la subcontratación más salvaje y consiguientemente, en la precarización de las condiciones laborales (no aplicación del convenio mínimo de referencia, dobles escalas salariales, jornadas interminables, trabajadores que han tenido que dejar el puesto de trabajo porque no les pagaban el sueldo…). El futuro de La Naval no puede pasar por un modelo laboral continuista basado en la explotación y precarización de las condiciones laborales. Y esto sólo lo pueden garantizar con la participación de los trabajadores y trabajadoras de las subcontratas.
Para LAB el sector naval es un sector estratégico y la pregunta que nos hacemos es la siguiente; ¿lo es también para el Gobierno Vasco? La falta de política industrial está teniendo consecuencias dramáticas, que estamos viendo todos los días. La única política industrial que está ejerciendo el Gobierno Vasco es la de dejar hacer a las grandes empresas, dejar que empresas de capital vasco sean vendidas al capital extranjero. Éste es el compromiso con la industria vasca del que presume el Gobierno Vasco y esta manera de actuar supone renunciar a velar por el interés social que es algo que corresponde a las instituciones. Y esto precisamente es lo que vemos que va a suceder, una vez más, en el caso de la Naval.
El sector naval es estratégico para Euskal Herria por el empleo que genera en la comarca de Ezkerraldea y por las sinergias que crea con otras empresas industriales. El Gobierno Vasco tiene que apostar claramente por este sector dentro de la elaboración de un plan industrial.
Un sector naval dedicado a la construcción de grandes barcos y que genere empleo de calidad y que garantice unas condiciones de vida dignas y para que eso sea así es indispensable el reconocimiento, como parte de la solución de los y las trabajadoras subcontratados por parte de las instituciones y agentes implicados.
Sin los trabajadores y trabajadoras subcontratados La Naval no tiene solución.