Estas son las razones:
El diálogo social no existe. Los gobiernos, también el Gobierno Vasco, aplican políticas neoliberales y lo hacen sin buscar ningún consenso con el movimiento sindical. Todo lo que podría ayudar a establecer unas condiciones de vida y trabajo dignas para la clase trabajadora lo deciden los gobiernos fuera de esas mesas, la mayor parte de las veces en diálogo bilateral con la patronal: las reformas laborales y de pensiones, la fiscalidad, los presupuestos, las prestaciones sociales, la sanidad, la educación, etc. La imposición de políticas neoliberales sólo deja espacio a Mesas vacías de contenido, para que el sindicalismo acompañe a los gobiernos en sus decisiones, dando una sensación completamente falsa de “participación”. Es lo que hacen CCOO y UGT.
Estamos ante una mesa que ya desde su inicio nace con un déficit democrático importante, porque se constituye con una minoría sindical y con una patronal totalmente autoritaria que pretende dejar fuera del mundo laboral a ELA y LAB. Ningún trabajador o trabajadora puede atribuir a esa mesa ningún avance en nada. Los gobiernos han aplicado políticas antisociales y la patronal ha sacado todo el fruto que ha podido de las reformas laborales.
La Mesa se reunió por última vez hace un año, con el anterior Gobierno en funciones. Fue en esa reunión, el 22 de julio del año pasado, cuando llegaron a un acuerdo que profundizaba aún más en el carácter antidemocrático de ese Diálogo Social. Llegaron a un acuerdo para pretender dar el mismo valor en la negociación colectiva a la minoría sindical que a la mayoría.
El Gobierno Vasco avaló esta posición y además dio un paso adelante cuando decidió publicar en el BOPV los convenios firmados en minoría, cambiando su forma de actuar hasta aquel momento.
No sería coherente acudir a esa reunión, porque del orden del día presentado se desprende que será una reunión para profundizar en una estrategia continuista que rechazamos. El primer punto se refiere al “seguimiento de los Acuerdos de la Mesa de Diálogo Social adoptados en reunión de 22 de julio de 2016 en materia de negociación colectiva”. Un acuerdo contra el que nos movilizamos.
Dentro del orden del día hay también un punto para abordar la institucionalizar un órgano Permanente de Diálogo Social (aspecto también acordado en 22 de julio de 2016). No disponemos de información concreta, pero se trata de otro paso más que puede derivar en financiar con dinero público a los asistentes. Algo que siempre hemos denunciado y criticado porque es una forma de comprar voluntades.
El quinto punto del orden del día es el desarrollo de la estrategia Basque Industry 4.0: Impacto en las personas (empleo y relaciones laborales). Dicha estrategia del Gobierno Vasco no existe, y solo es una cortina de humo para tapar la ineficacia, la inacción y la total cobertura a las políticas de Confebask por parte del departamento de Industria, cuyas consecuencias los y las trabajadoras de la industria en general y de Grupo CEL, CNA Fagor, Unipapel, Ingemar, Aernnova, Ofita, General Electric, STS, Bosch, Pine, Vicrila, Energy… en particular conocen perfectamente: precarización de las condiciones de trabajo y destrucción de empleo.
ELA y LAB nos reafirmamos en nuestro compromiso por trabajar por un cambio radical de las políticas que aplican las instituciones. Ese camino es incompatible con la participación en Mesas en las que la presencia sindical solo sirve para avalar los recortes de derechos laborales y sociales que venimos sufriendo. Asimismo, seguiremos luchando por una estrategia que llegue a consolidar un Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social, donde blindemos la Negociación Colectiva frente a su estatalización, que no introduzca nuevos elementos de precarización, que sirva para recuperar el poder adquisitivo de los salarios y que nos blinde de la reforma laboral.