Las plantillas afectadas por la Mesa General van a continuar perdiendo poder adquisitivo. La subida del 1% que se plantea no alcanza el IPC del 2016. Esto, unido a los años de congelación salarial, nos lleva a una pérdida de poder adquisitivo sin parangón. Por otro lado, los recortes se mantienen año tras año, algunos de ellos directamente relacionados con la salud de los y las trabajadoras, que afectan a la calidad de los servicios públicos.
La actitud mostrada por el Gobierno Vasco para con los trabajadores y trabajadoras bajo su administración es desesperante. La nula voluntad de negociación no muestra sino desprecio hacia las plantillas. Además, visto el proyecto de Presupuestos Generales presentado por el Gobierno, los y las trabajadoras no son prioridad comparando con otras inversiones previstas para otros departamentos, como por ejemplo el TAV.
Si el Gobierno Vasco quiere hacer defensa de los servicios públicos, debe hacer defensa de los intereses de sus trabajadoras y trabajadores, no en vano son ellos y ellas las que hacen posible que esos servicios públicos se hagan realidad. Este Gobierno ha tenido la posibilidad de emprender un camino propio pero ha dado un portazo a esa posibilidad. En este momento sólo nos queda la movilización.
Para finalizar, aun nos queda pendiente un tema de extrema gravedad como es el empleo. Hay que dar estabilidad a más de 20.000 empleos en situación irregular y acabar con las situaciones de eventualidad y precariedad. LAB reclama un plan de empleo integral, basado en convocatorias públicas masivas. Todavía no tenemos respuesta a este respecto. El Gobierno Vasco tiene ahora una inmejorable ocasión para revertir el sistema de contratación fraudulento que impera en nuestras administraciones y finalizar con la eventualidad y la precariedad. Estamos a tiempo.