Mientras esquilman los ahorros logrados durante años por las y los trabajadores, continúan sin aportar nuevos ingresos en las cuentas de la Seguridad Social, entre otras cosas, por culpa de la precariedad, los bajos salarios y por permitir que quienes más salarios cobran no coticen por la totalidad de los mismos, quedándose una buena parte de lo que deberían ingresar en las arcas publicas, para que lo dediquen a fondos de pensiones privados. Igualmente las “subvenciones” a los empresarios hacen que estos dejen de ingresar una parte importante de lo que deberían ingresar en las arcas públicas.
Todo esto unido a que en la CAPV los partidos políticos PNV-PP-PSOE se oponen en el Parlamento a establecer una Pensión Mínima Digna de 1.080 euros, como solicitan las Plataformas de Pensionistas. Dichos partidos vuelven a poner en riesgo de exclusión y pobreza a una buena parte de las personas pensionistas que mayoritariamente cobran muy por debajo de esa cantidad. Cabe recordar que según la Carta Social europea, esta cantidad debe garantizar el futuro digno de todas esas personas.
Es hora de alcanzar un Sistema Propio de Protección y Seguridad Social para Euskal Herria. Un sistema que garantice unas pensiones publicas dignas para todas las personas. Exigimos que se abandone la política de recortes también a este sector de la población que ha trabajado y cotizado durante tantos años y ahora no dudan en castigarle, recortarle y hasta exigirle el co-pago sanitario para que puedan ser atendidos como deben de sus enfermedades.
Tenemos que denunciar a quienes están atracando nuestras pensiones; a quienes, como el PNV, apuntan a la privatización de las mismas como alternativa a la actual situación. Debemos exigir que en Euskal Herria todas las personas tengan derecho a una Pensión Mínima que les permita vivir sus últimos años de vida en condiciones dignas. Por ello, reivindicamos un sistema propio que no dependa de Madrid y sus recortes, y que garantice esos 1.080 euros como pensión mínima digna.