Desde LAB nos reiteramos en nuestra exigencia de repartir el trabajo y la riqueza haciendo frente a la precariedad.Un salario mínimo de 1.200 euros y las 35 horas son básicas para hacer frente a la actual situación de precariedad y pobreza.
La implantación de la semana laboral de 35 horas en el sector público fue en su día resultado de la negociación desarrollada con los sindicatos. El Gobierno de Gasteiz, rompió dicho acuerdo unilateralmente e impuso la semana laboral de 37,5 horas. Fue una de las pocas instituciones de Hego Euskal Herria que se atrevió a ello, ya que ni siquiera el Gobierno de Nafarroa, que en aquellas fechas estaba en manos de UPN, se atrevió a hacerlo. Ahora ha decidido volver a las 35 horas en un contexto sin negociación. Denunciamos la actitud del Gobierno de Gasteiz en relación con la negociación colectiva, ya que niega la negociación colectiva.
Por otra parte, está por ver el impacto que tendrá la decisión ante el empleo, esto es, de qué calidad será el empleo que se genere. Se trata de una decisión con tintes electoralistas y la tomamos con mucha prudencia.
En lo que respecta a la reacción de la patronal sobre la decisión, desde LAB nos reiteramos en nuestra exigencia de repartir el trabajo y la riqueza haciendo frente a la precariedad. De cara al reparto de la riqueza, nuestra referencia es un salario mínimo de 1.200 euros al mes y en lo que respecta al reparto del empleo, nuestra referencia son las 35 horas semanales.
La desigualdad y la fractura social son cada vez mayores. El reparto del trabajo y de la riqueza es cada vez más desequilibrado. Ante esto, la implantación de las 35 horas sería una medida eficiente para hacer frente al desempleo y repartir el empleo de manera eficiente.
Debemos recordar que tras las horas extra y las jornadas parciales impuestas encontramos sueldos de miseria. Por lo tanto, un salario mínimo de 1.200 euros y las 35 horas son básicas para hacer frente a la actual situación de precariedad y pobreza.