LAB ve más claro que nunca la oportunidad de abrir las puertas a un nuevo tiempo; se dan unas condiciones inmejorables para que Euskal Herria gane la batalla por el derecho a decidir, desde el compromiso político y la movilización social.
• Ha resultado vencedora la disputa política entre los y las favorables y contrarios y contrarias a la independencia; lo que ha convertido en vencedores a las dos partes ha sido el ejercicio democrático, el mismo proceso de referéndum de Escocia. Ha prevalecido el no a la independencia, pero los verdaderos y únicos perdedores han sido quienes piensan imponer sus proyectos políticos por encima de la voluntad popular.
• Los y las escocesas tienen hoy un estatus político mejor que el de ayer. Ese ha sido un logro del independentismo. Los y las independentistas han sacudido el patio político de Escocia, situando el derecho a decidir en medio de la agenda y abriendo camino en Europa.
• El derecho a decidir ha iniciado su camino en Europa, el proceso de Escocia constituye y será un hito en la evolución del mapa europeo. Hemos visto que el mapa no es inamovible, al contrario, es fuente de numerosos conflictos políticos, cuando los Estados que temen moverse desean convertirlo en algo inamovible, por encima de la voluntad popular. La mejor manera de solucionar los conflictos consiste en dar la palabra al pueblo, siendo este el mayor ejercicio democrático. Resulta muy preocupante ver con qué miedo contemplan este proceso varios estados europeos. El que tanto teme a la palabra del pueblo, no toma sus decisiones políticas pensando en el pueblo.
• Somos independentistas y miramos con atención a Escocia, porque ha sido modélico el camino emprendido hacia la independencia, llenando de contenido y sacudiendo el debate sobre el camino de la independencia. En las naciones sin estado la independencia es una alternativa real, una alternativa que sale fortalecida tras el proceso de Escocia. Gracias al intenso debate que se ha dado en Escocia, la independencia es hoy un proyecto político y social fuerte, un proyecto que hace una oferta para dar la vuelta a la actual realidad y que ofrece diferentes vías.
• No vemos a los Gobiernos de Madrid y de París aceptando la realización de semejante ejercicio, no tienen nada que ofrecer para que gane el no, no tienen bases democráticas para aceptar el sí. Para que Euskal Herria decida, los agentes políticos, sociales y sindicales de nuestro país debemos emprender el camino para que el pueblo tenga la palabra. Saquemos esa lección de Escocia; la iniciativa del Gobierno de Escocia ha llevado al Gobierno del Reino Unido a aceptar la pregunta. Requerimos al Gobierno Vasco que muestre la misma aptitud.
• Las oportunidades para abrir las puertas a nuevos tiempos son mas claras que nunca. Se dan unas condiciones óptimas para que Euskal Herria gane la lucha por el derecho a decidir. En Navarra, el régimen está cayendo; en la CAV, una amplia mayoría la defiende; y en el parlamento de la CAV, es clara la mayoría institucional. No hay excusas, contamos con las condiciones necesarias, también en el contexto internacional.
• La clave está en el compromiso político y en la movilización social. Por ello, LAB llevará a los centros de trabajo la lucha por el derecho a decidir. Haremos propuestas para que, de la mano de los sindicatos, se refuerce este camino, entendiendo el derecho a decidir como la herramienta más democrática y efectiva tanto para la resolución de los conflictos como para la consecución del cambio social.
En Euskal Herria, a 19 de septiembre de 2014