Hace 7 meses, concretamente el 22 de marzo, y dentro de la dinámica puesta en marcha en la empresa Konecta, subcontrata de Iberdrola, para denunciar los despidos que se estaban llevando a cabo, varios miembros de LAB realizaron una acción pacífica frente a la torre Iberdrola. Su objetivo era perdir una reunión, y mientras esperaban la contestación, decidieron relizar una sentada.
Sin recibirles, Iberdrola llamó a la Ertzantza, les desalojaron, y procedió a interponer una denuncia. A raíz de estos hechos, 21 personas han sido imputadas por supuestos desordenes públicos. El próximo lunes, 29 de octubre, se celebra el juicio en Bilbao, 21 miembros de LAB van a ser juzgados por una protesta pacífica cuyo único objetivo era denunciar la precariedad creada por Iberdrola.
La empresa Konecta es una subcontrata de la multinacional Iberdrola. Allí trabajaban 340 personas, y en los últimos años la plantilla se ha reducido hasta 260 trabajadoras/es. Esta empresa recibió cuantiosas ayudas por parte de las instituciones por implantar el centro de trabajo en Gueñes.
Al ver la cantidad de trabajadoras/es que estaban siendo despedidos, y teniendo en cuenta además sus deficientes condiciones laborales, ya que se les aplica un convenio estatal barato y precario, LAB decidió iniciar acciones para denunciar tales hechos; se estaba poniendo en peligro el futuro del centro de trabajo de Gueñes, y por tanto, el futuro de todas sus trabajadoras/es. Konecta presta el servicio telefónico de atención al cliente de Iberdrola, y dicho servicio actualmente está revirtiendo en otras plantas con ofertas de trabajo, deslocalizando paulatinamente esta planta.
Iberdrola, en los primeros 9 meses de 2012, ha conseguido unos beneficios de 2400 millones de €, un 12% más que el año pasado. Queda claro que mientras los/as trabajadoras/es pagamos la crisis, las multinacionales especulativas continuan teniendo beneficios vergonzosos.
¿Y de donde vienen todos esos beneficios? Por un lado, y con la colaboración del Gobierno, de encarecernos la tarifa de la luz a todos/as los/as ciudadanos/as, y por otro a través de la explotación de las trabajadoras/es como queda claro en Konecta.
La acción pacifica realizada en la torre Iberdrola no fue más que una denuncia de la situación de precariedad que tienen que soportar los/as trabajadoras de las subcontratas para que la multinacional obtenga cuantiosos beneficios. Que unas personas sean juzgadas por mostrar solidaridad con las personas explotadas, deja bien claro que vivimos en la dictadura del capital.
Iberdrola quiere criminalizar las acciones que denuncian su juego sucio, silenciando cualquier protesta que vaya contra sus intereses. Las 21 personas imputadas se exponen a sanciones económicas de entre 10 y 60 días a razón de 10 a a30 euros por día, lo que podría suponer una cantidad de 37.800 euros.
Iberdrola es uno de los campeones de la explotación, y LAB siempre va a denunciar a los explotadores. Desde LAB, y por encima de imputaciones y sanciones, continuaremos luchando para garantizar los derechos tanto de los/as trabajadores/as como de nuestro pueblo.