En respuesta a la convocatoria del comité de empresa, las y los trabajadores de CAF han celebrado hoy una asamblea y una manifestación en Beasain, en la que se han expresado de forma clara: «No, esto no ha sido un accidente ni algo fortuito. Más de 300 trabajadores y trabajadoras hemos estado expuestas al amianto como consecuencia de una cultura empresarial que antepone la producción a la salud de las personas «.
Han señalado que esta es la única razón por la que, en el año 2023, más de 300 personas hayan estado expuestas a un producto prohibido desde el año 2002. Han denunciado que más de 60 personas trabajadoras de CAF han muerto a causa del amianto, pero que probablemente sean muchas más.
La Dirección de CAF manifiesta que ha seguido el plan de trabajo elaborado por la empresa para la retirada del amianto y ha cumplido con los protocolos establecidos por Osalan. “Balones fuera”, han señalado la representación de la plantilla y ha denunciado que en contra de la opinión de las y los delegados de prevención, CAF decidió llenar de trabajadoras y trabajadores las naves que se veían tremendamente sucias.
Considera que CAF debe velar por la salud de su plantilla, por lo que ante la menor duda en un proceso tan complicado, debía prevalecer el principio de prudencia. ¿Dónde queda la tan exaltada «cultura preventiva»?
La empresa insiste en que ha hecho todo lo posible para cambiar la situación, pero las y los representantes de la plantilla tienen claro que si la dirección ha tomado medidas adicionales es por la presión del comité de empresa y de las y los trabajadores. Desde el inicio de esta situación, la mayoría de las medidas han sido impulsadas por el comité de empresa, lo que ha permitido que la exposición no haya sido mayor. Ni la actitud de la dirección ni la de Osalan habrían evitado lo ocurrido.
Por tanto, también ha quedado claro que los protocolos establecidos por la administración han fallado y no garantizan la retirada de amianto con total seguridad, ni en CAF ni en cualquier otro lugar, ya que realizar mediciones ambientales no sirve para detectar entornos contaminados con amianto. Pero parece que Osalan tampoco admite críticas. Tras la llamada de las y los delegados de prevención el pasado 25 de agosto para informarles de la situación, tardaron una semana en acudir a la empresa y reunirse con las y los delegados de prevención.
Por todo ello, las y los trabajadores de CAF han reclamado que se depuren responsabilidades ante esta situación. “Lo ocurrido se podía haber evitado y quienes han tomado las decisiones que nos han traído hasta aquí han declarado que deberían dar la cara”, han declarado.
Asimismo, han exigido que todas las personas que estuvieron en esta situación de retirada de amianto en las naves 7- 8-9 de DIV4, incluidas las subcontratas, sean incluidas en la lista de trabajadoras y trabajadores potencialmente expuestos al amianto. También han pedido que se incluya en este listado a todas y todos los trabajadores que en años anteriores han estado en zonas donde se ha realizado el desamiantado.
Por último, el comité de empresa ha agradecido a las y los trabajadores que han participado en la asamblea y movilización de hoy. Asimismo, han destacado la actitud crítica mostrada por las y los trabajadores de las naves afectadas, ya que fue su reacción la que dio paso a lo ocurrido posteriormente. «Las y los trabajadores de CAF y el comité de empresa tenemos que seguir siendo un referente de lucha», han concluido.