Nos reafirmamos en lo dicho entonces. Continuamos en la lucha contra la liquidación de los derechos sociales y laborales. Hemos adecuado nuestra acción sindical para hacer frente a la era de la precariedad. Contra las nefastas condiciones laborales, contra la pobreza y la exclusión, la grave crisis social es prioridad y eje en la lucha de LAB. No pretendemos volver a la situación de hace 10 años. Queremos darle la vuelta a la situación y para ello hemos ido a la raíz el problema: un mercado laboral centrado en la precarización de las condiciones y los derechos laborales, un modelo social que deja sin protección a la ciudadanía y un modelo político que ha robado el derecho a decidir al pueblo.
LAB se ha organizado para responder a la situación de emergencia social, para dar la vuelta a la realidad que padecemos en el mercado laboral y para avanzar en la construcción de alternativas. Nos hemos organizado y activado, con una propuesta sindical concreta que busca unir a trabajadores y trabajadoras de diferentes sectores, los y las más precarias entre otras, en una lucha común.
Activando luchas, impulsando movilizaciones y conflictos, tenemos que lograr que la crisis social y la precariedad se conviertan en un problema nacional de primer orden, situarlos en el centro del debate político-institucional. La situación del mercado laboral no es un problema laboral, sino el resultado de un modelo socioeconómico brutal que se nos ha impuesto. Un sistema de Pensiones propio, un Marco Vasco de Relaciones Laborales y de Protección Social, unos servicios públicos de calidad… todas ellas son cuestiones políticas que exigen un ejercicio de soberanía. Y como los problemas políticos exigen soluciones políticas, nos va a tocar forzar allí donde no haya voluntad.
Cada vez son más los y las trabajadores que se encuentran fuera del alcance de las funciones históricas del sindicalismo: fuera del mercado laboral, sin protección de la negoción colectiva, sin ningún tipo de prestación y con las puertas cerradas a los servicios públicos en general. Tenemos una propuesta sindical fuerte para hacer frente a esta realidad, una propuesta que responde a la situación del actual mercado laboral. Estamos en marcha, y no solo en dinámicas dirigidas a la denuncia o a contrarrestar los ataques, también en defensa de alternativas concretas. El reparto del trabajo y la riqueza es la clave: 1.200 euros de salario mínimo, jornada laboral de 35 horas semanales, políticas diseñadas para que estás medidas lleguen a la mujeres; medidas para garantizar la salud laboral y que se garantice el derecho a trabajar en euskara. Cinco ejes, que si se respetan, cambiarán de arriba a abajo la realidad de los y las trabajadoras.
Con una renovada acción sindical e impulsando la activación, nuestro objetivo pasa porque los centros de trabajo sean el escenario donde disputar el poder de la patronal y competir por el modelo social y laboral que queremos. Y no estamos solos, no estamos solas en la lucha por unas condiciones dignas de vida y trabajo, estamos trabajando codo con codo junto a mujeres, jóvenes, pensionistas…
El sindicalismo independentista tiene que ser capaz de hacer frente a los retos antes mencionados. Tenemos condiciones para que el cambio sea real: un movimiento social y sindical fuerte que en torno a la Carta Social, propone, difunde y alimenta las alternativas en Euskal Herria. Somos un Pueblo con capacidad de organizarse y luchar.
Existen condiciones para reforzar, fortalecer y acelerar el proceso de cambio. Tenemos un sindicalismo luchador capacitado para forzar cambios sociales y laborales.
Tenemos alternativas, somos alternativa.
El Primero de Mayo también saldremos a la calle.
Gora langile borroka! Gora LAB!
M1. DEIALDIAK
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