Estamos asistiendo a una ofensiva mediática por parte del poder económico que no tiene otro objetivo que ir preparando el terreno para un otoño en que realizar nuevos ataques contra la clase trabajadora. Peticiones como la que acaba de realizar la CEOE para poder convertir los contratos a tiempo completo en contratos parciales (es decir, las mismas horas de trabajo pero con contratos más precarios para las y los trabajadores y mucho más baratos para el empresario) o llamamientos por parte del FMI o la Comisión Europea a nuevas bajadas de salarios, ponen de relieve lo que ya todos y todas sabíamos, que la avaricia de la patronal no tiene límite.
No hay receso, no hay medida. Todos estos ataques, medidas y reformas no hacen más que ahondar en la crisis, no hacen más que empobrecer a toda la sociedad mientras unos pocos engorgan cada vez más sus bolsillos. ¿Acaso seguirán defendiendo los distintos gobiernos que quienes reclaman seguir ahondando en el camino de la esclavitud y de la miseria de la clase trabajadora son “creadores de riqueza”?
La clase trabajadora vasca ha dejado muy claro que no está dispuesta a que la aboquen a ese escenario. Va a seguir movilizándose y luchando. Si la conflictividad ya ha aumentado exponencialmente y este otoño va a seguir haciéndolo, ofensivas como la que están preparando, lejos de provocar resignación, no hacen más que encender más la necesidad de respuesta.
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