El viernes pasado, día 14 de junio, el área de pensionista de LAB celebró su asamblea anual en Gernika. La asamblea aprobó una declaración donde llama a la sociedad y los y las trabajadoras a movilizarse ante las agresiones "sin tregua" que están siendo objeto las pensiones de mano de los poderes financieros y las élites políticas.
Las pensiones están siendo objeto de agresiones sin tregua. Los poderes financieros, de la mano de élites políticas y, favorecidos por la inacción de organizaciones sindicales estatales, están impulsando una ofensiva sin precedentes para eliminar y hacer desaparecer los derechos sociales de las personas pensionistas.
El informe de los “expertos” en desmantelar sistemas públicos de pensiones es una buena prueba de ello. Sus propuestas suponen acelerar el proceso de empobrecimiento de las pensiones, tanto actuales como las futuras. El PSOE, con la colaboración de UGT y CCOO, abrieron el camino: alargar la edad de jubilación, aumentar los años de cotización y asumieron la esperanza de vida como factor para revisar automáticamente estas cuestiones. Posteriormente, y de la mano del PP, se endurecieron, aún más, las condiciones para la jubilación anticipada, a la vez que se desprotegía salvajemente a las trabajadoras y trabajadores mayores de 52 años. A lo que hay que añadir que miles de mujeres con contratos parciales ven negada su derecho a la protección. Y todo esto no les basta.
Ahora, sobre la mesa se anuncian dos recortes bestiales. El primero, impedir que las pensiones se revaloricen y no puedan mantener el poder adquisitivo. El segundo, penalizar la pensión de quienes vayan a jubilarse: a mayor esperanza de vida, menor pensión. Esta acumulación de reformas en el estado español nos ofrece un cóctel terrorífico. Pensiones que pierden poder adquisitivo, más pensiones iniciales penalizadas por la esperanza de vida, más pensiones que se ven reducidas al aumentar los años de cotización para su cálculo, no pueden traer más que un resultado: provocar una reducción brutal de las pensiones, para que queden muy por debajo de los salarios y aumentar las pensiones de beneficiencia.
Las pensiones bajas que buscan de forma premeditada son la carnaza perfecta para los tiburones financieros, bancos y compañías de seguros. Esta es, y no otra, la fórmula que proponen: eliminar el derecho social a contar con medios económicos suficientes para afrontar la jubilación con dignidad y convertir a la Seguridad Social en un apéndice del negocio de los planes de pensiones. Su objetivo no es la sostenibilidad de la protección, sino la viabilidad del proyecto privatizador de la Seguridad Social.
Y todos estos recortes tienen sus ámbitos de decisión: Pacto de Toledo, Diálogo Social, Comisión de expertos,… Ámbitos desde los que se nos impone, a quienes vivimos y trabajamos en Euskal Herria, un modelo de protección cada vez más desigual, menos digno, más discriminatorio y más privatizado. Un modelo con derechos cada vez más menguados, y que no responden a criterios de justicia y solidaridad.
Frente a tamañas agresiones, constatamos respuestas que no están a la altura de las urgencias. Desde el sindicalismo estatal de CCOO y UGT, la alternativa que se nos ofrece no puede ser mas descorazonadora. Sólo nos quieren para que nos unamos en la defensa de unos recortes que ellos en su día aceptaron para hacer frente a las propuestas de los “expertos”. Es un camino estéril, el de la derrota y el del empobrecimiento asumido. En cuanto a las instituciones vascas, tanto el Gobierno de Iruñea como el de Gasteiz, tan sólo nos ofrecen la aceptación sumisa. Quienes hablan de blindar las pensiones y solicitar la transferencia de la Seguridad Social, lo hacen con la boca pequeña. No tienen ninguna estrategia para conseguirlo, ni la intención para ello. La verdad es la que defienden en Madrid, donde Emilio Olabarria del PNV, erigiéndose en portavoz del PP, PSOE y CiU, pide desesperadamente al Gobierno una fórmula de sostenibilidad. Pesa más compartir el modelo neoliberal que ofrecer a nuestro pueblo la posibilidad de gestionar nuestras pensiones.
Por todo lo cual la asamblea de pensionistas del sindicato LAB resuelve:
• Rechaza frontalmente el sistema de Copago Sanitario, ya que impide que un amplio sector de Pensionistas y personas mayores puedan tener acceso garantizado a un sistema de salud público, integral y gratuito.
• Rechazamos de forma total el llamado “Factor de Sostenibilidad” de las Pensiones, ya que tras él se esconde la intención de reducir de forma continuada el poder adquisitivo de nuestras Pensiones, reducir el número de personas con acceso a una pensión, poner en peligro otras ya consolidadas como derecho, viudedad, orfandad, incapacidad sobrevenida, …
• Proponemos que en los próximos meses mantengamos contacto con todas las Plataformas de Pensionistas, Sindicatos, agentes sociales, Diputaciones y Gobiernos de Gasteiz e Iruña, para reclamar la inclusión en sus agendas de estas reivindicaciones, insumisión al copago sanitario y pensiones dignas en un sistema propio, que afectan actualmente a un quinto de la población de Euskal Herria.
• Expresamos nuestra voluntad de participar de forma comprometida y activa en la elaboración de la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria, para que en ella se incluya el derecho a una pensión digna y suficiente, así como la creación de un Sistema de Protección y Seguridad Social propios para todas las personas.
El Area de Pensionistas del Sindicato LAB, hace un llamamiento a la sociedad, a las trabajadoras y trabajadores, para movilizarnos y reivindicar un modelo propio de pensiones, aquí, en Euskal Herria, público, integral e integrador, que refleje una política fiscal justa y progresiva y se apoye en el empleo de calidad. Un sistema de pensiones que responda a las necesidades de una vida digna de las personas mayores y pensionistas, que reconozca en igualdad de condiciones la contribución de las mujeres y que sea una garantía para nuestra juventud y las generacione s futuras de nuestro pueblo.
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