1. Las mujeres y hombres con discapacidades constituímos un colectivo sometido históricamente a todo tipo de discriminaciones y barreras. El sistema capitalista, ha utilizado la discapacidad, como elemento de exclusión que nos ha condenado a la pobreza, la dependencia y a la negación de derechos humanos. Vivimos en una sociedad que no ha asumido la posibilidad de integrar plenamente la diversidad en todos sus ámbitos y niveles.
2. Denunciamos que las políticas públicas de los últimos años, a pesar de sus retóricos objetivos en favor de la integración, han fracasado en sus objetivos de inclusión social e igualdad de oportunidades. Se nos ha mantenido en una situación de vulnerabilidad permanente, arrinconamiento y asignación de papeles pasivos. Como trabajadores y trabajadoras con discapacidad, las tasas de actividad de nuestro colectivo siempre han estado por debajo de la media, el desempleo permanentemente ha superado con creces al del mercado laboral, nuestros niveles salariales son bajísimos, se ha convertido a los centros especiales de empleo en la única alternativa laboral,…
3. La gestión de la crisis económica nos está suponiendo un empeoramiento de nuestras condiciones laborales y sociales, ya de por sí negativas. Si la situación que sufríamos era mala, ahora con la crisis es peor. Las políticas neoliberales, en su afán de proteger los beneficios de una minoría, no duda en acabar con los derechos de la mayoría, y en especial, el de las personas con discapacidad. Los recortes en los presupuestos y servicios públicos suponen la puntilla para afrontar con los recursos económicos necesarios las demandas de las personas con discapacidad, la educación inclusiva, la atención a la salud mental, la falta de apoyo a la autonomía de las personas y su vida activa, nuestro acceso y permanencia a empleos de calidad, …Quienes están sometidos a los intereses del capital, nos condenan a ser más invisibles, a mayor miseria y exclusión, a expulsarnos de la vida social.
4. La Reforma Laboral del PP es una vuelta de tuerca más. El despido libre y gratuito, la facilidad para que las empresas hagan despidos colectivos, la ausencia justificada al trabajo por enfermedad como causa suficiente del despido, el fomento de la precariedad en los contratos, la flexibilidad y las reducciones temporales de la jornada laboral a capricho, el desprecio a la salud laboral… son elementos que van a agravar aún más nuestra posición débil en el mundo del trabajo. Los trabajadores y trabajadoras con discapacidad lo vamos a tener aún más complicado, cuando la patronal tan sólo busca el beneficio fácil, echando las redes en un mercado laboral precario y con un paro elevado provocado.
ANTE ESTA SITUACIÓN:
5. Las mujeres y hombres con discapacidad somos parte de la clase trabajadora. Por ello, también nosotras y nosotros nos rebelamos y nos comprometemos a hacer frente a la discriminaciones e injusticias, a quienes pretenden mantenernos en posiciones sumisas y a quienes aprueban políticas que castigan al bienestar social de la mayoría.
6. Las trabajadoras y trabajadores con discapacidad nos adherimos a la convocatoria de Huelga General del 29 de Marzo. Manifestamos nuestra voluntad de participar de manera activa en la respuesta que de manera contudente la clase trabajadora de Euskal Herria tenemos que articular frente a un Estado totalmente sumiso a los intereses del capital, interesado exclusivamente en su supervivencia.
7. Al mismo tiempo, y desde la constatación de que nada puede esperarse de Madrid y de sus políticas, consideramos que es el tiempo para ir poniendo las bases de un Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social. Éste es el único camino y posibilidad que se nos ofrece para poder:
• Construir un modelo económico y social que responda a los intereses de la mayoría de nuestro pueblo.
• Promover la defensa de los derechos laborales y sociales de las personas con discapacidad, impulsando un modelo real de integración laboral, más allá de los guetos y las políticas paternalistas.
• Combatir las discriminaciones que las mujeres con discapacidad sufren aún con mayor intensidad, tanto en el acceso a la formación, como en el empleo, la autonomía personal y la independencia económica.
• Eliminar todas aquellas barreras en la comunicación, movilidad, formación, relaciones sociales, empleo, ocio, vivienda,… a las que estamos sometidos y sometidas.
• Participar de forma activa y directa en todos los niveles para garantizar de manera efectiva la igualdad de oportunidades, alcanzar mayor bienestar social y desarrollar plenamente los derechos humanos.