El amianto, ha sido, seguramente, el mineral más utilizado a lo largo del Siglo XX. Sus consecuencias son conocidas para la salud y la vida de la clase trabajadora que fue expuesta a este mineral y hoy están pagando con sangre, con su salud y su vida los beneficios económicos de las empresas. Estas patologías (cánceres, mesoteliomas) tardan entre 10 y 50 años en aparecer, y si tenemos en cuenta que los años de mayor importación y utilización del amianto en Hego Euskal Herria fueron los años 60, 70 y 80 se puede decir, sin miedo a equivocarnos, que la epidemia del amianto está por llegar, alcanzando su punto máximo en torno al 2020.
Se estima que anualmente en todo el mundo más de 100.000 personas mueren por enfermedades relacionadas con el amianto, lo que representa más del 54% de las muertes por cánceres profesionales.
Algunos estudios estiman en 500.000 las muertes que se producirán en Europa en los próximos 30 años, de las cuales, entre 40.000 y 55.000 le corresponderían al Estado español. En el ámbito de Euskal Herria existen distintas estimaciones, y algunas de ellas afirman que fallecerán entre 6.000 y 10.000 ex trabajadores y trabajadoras en los próximos 20 años.
Es por ello que desde el Sindicato LAB queremos empezar a poner encima de la mesa los efectos y las consecuencias que está sufriendo y va a sufrir la clase trabajadora. Y como no, responder a la necesidad social tanto de los trabajadores y trabajadoras en activo (para que el amianto actualmente instalado no les suponga un riesgo) como de las personas afectadas.
El Sindicato LAB tiene una serie de exigencias sindicales como son:
– Que desde las autoridades competentes se considere el amianto no como un problema de salud laboral, sino como un problema de salud pública.
– Establecer la relación entre la importación de amianto y las enfermedades derivadas del mismo.
– Establecimiento de un programa de detección de patologías relacionadas con el amianto en los servicios públicos de salud, con formación específica para los y las profesionales, registro de las notificaciones de las sospechas de EEPP y activaciones de reclamaciones de contingencia.
– Crear un registro de enfermedades derivadas del amianto con criterios epidemiológicos, con la participación de Osasunbidea, Osakidetza, Instituto Navarro de Salud Laboral y Osalan.
– Ampliación de los programas de vigilancia de la salud.
– Que tanto el Gobierno Vasco como el Gobierno de Navarra, las Diputaciones y Ayuntamientos actúen en sus respectivos ámbitos para que los trabajos con riesgo de exposición al amianto (demolición parcial o total, desmantelamiento, sustitución o retirada de elementos constructivos susceptibles de contener amianto en edificios, tuberías e instalaciones, elementos y parcelas) se realicen conforme a la correcta manipulación y retirada de materiales con amianto y de los residuos que se generen, y que viene regulada en el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo.
– Crear un registro de empresas que hayan trabajado con amianto, partiendo del RERA histórico, e incluyendo al mismo las empresas en las que se haya dado Enfermedades Profesionales derivadas del amianto. Todo ello teniendo en cuenta que ha existido un subregistro de inscripción en el RERA de alrededor de un 70%.
– Creación de un Fondo para resarcir a las víctimas del amianto. Este fondo ya existe en el Estado francés, donde el gobierno entiende que es co-responsable porque actuó tarde. Pero además este Fondo debería estar también financiado obligatoriamente por las empresas productoras de amianto. Quien contamina y hace enfermar, que pague. Transferencia de la Seguridad Social a las autonomías (CAPV y CFN) y creación del Fondo a nivel de Hego Euskal Herria.
– Ampliar la protección a los casos derivados de la exposición no profesional (exposición a nivel doméstico y ambiental)
– Crear el registro e impulsar la declaración de las enfermedades derivadas de la exposición al amianto sin tener que recurrir a los juzgados.
– Regulación que posibilite la jubilación anticipada de las personas expuestas a amianto y que las víctimas de enfermedades causadas por el amianto cesen su actividad de inmediato.
– Exigir e impulsar la prohibición de amianto y el control de los mercados de desamiantado en terceros países, los denominados países empobrecidos, a los que Europa recurre, por ejemplo, para desguazar buques contaminados.
Este el compromiso del Sindicato LAB en defensa de la salud y la vida de la clase trabajadora, este es nuestro granito de arena de cara a conseguir la prohibición mundial del amianto.