Los datos de los Servicios Públicos de Empleo desmienten a la patronal cuando culpabiliza de las desorbitadas cifras de paro a “las amas y amos de casa que se apuntan para cobrar algún tipo de subsidio”.
En realidad, la reducción del paro está más relacionada con factores demográficos (la disminución de la población, su envejecimiento y la emigración por causas económicas) y con la falta de expectativas laborales, que con la raquítica creación de empleo (+0,4% en tasa interanual). En todo caso caso, los nuevos empleos son precarios y muchos de ellos a tiempo parcial. De hecho, más del 94% de los contratos firmados en junio fueron temporales.
Por otro lado, comprobamos que en la actualidad hay un total de 84.396 personas ocupadas y a la vez inscritas como demandantes de empleo, demandantes que no se contabilizan en las listas oficiales de paro registrado. Esta cifra incluye un total de 23.520 demandantes ocupados más que el año pasado (un 38,6% más) lo que indica claramente el grado de descontento e insatisfacción con sus actuales condiciones laborales y salariales. Una evolución que resume gráficamente la progresiva precarización laboral provocada como consecuencia de seis años de destrucción masiva de empleo y cuatro años de reformas antisociales.
Además, el “efecto desánimo” está calando con gran fuerza entre amplias capas de la clase trabajadora, ante las escasas posibilidades de encontrar un empleo a medida que se alarga la situación de exclusión laboral. Este hecho se traduce en una reducción artificial del verdadero nivel de desempleo.
Asimismo, cabe denunciar la alarmante disminución de la protección por desempleo. El 53,7% de las personas oficialmente en paro no recibe ningún tipo de prestación por desempleo, lo que significa que 120.289 personas y sus familias atraviesan grandes dificultades económicas. El año pasado esta situación afectaba al 47,7% de las personas en paro.
El recorte de las prestaciones por desempleo también está afectando negativamente a la cuantía que perciben las personas beneficiarias: en los últimos doce meses el importe de las prestaciones contributivas se ha reducido de media entre un 3,7% y un 3,8% en Nafarroa y en la CAV, respectivamente.