POR UNOS SERVICIOS SOCIALES PÚBLICOS, UNIVERSALES, DE CALIDAD Y GRATUITOS. POR UNAS CONDICIONES LABORALES DIGNAS

Los y las trabajadoras que prestamos actividad en centros residenciales de la tercera edad, viviendas comunitarias, viviendas tuteladas y centros de día queremos exponer lo siguiente:

El 31 de diciembre del 2008 finalizó la vigencia del convenio que regula nuestras condiciones laborales. Por lo tanto, suman ya, más de dos años en los cuales hemos perdido poder adquisitivo, teniendo en cuenta además, que prestamos servicio 365 días al año, las 24 horas del día, con personas dependientes y que percibimos por ello, menos de mil euros netos.

La patronal, nos hace una oferta que no llega ni a una actualización de salarios conforme a los IPCs, 20 céntimos de subida a modo de compensación por trabajar los domingos, nada de reducción de horas, ni aumento de ratios de personal..

Estamos asistiendo a un deterioro acelerado de los servicios sociales, una situación que nos parece excesivamente grave tanto en el plano asistencial como en el laboral.

Los responsables de esta situación, son los titulares de los servicios, la Diputación foral, quienes mediante la aplicación que realizan de la Ley de Dependencia, tiene como consecuencia que:

• El acceso a estos Servicios, es restringido en cuanto supone un enorme desembolso económico para muchas personas, optando por otras vías. A día de hoy, mientras muchas residencias tienen plazas vacias, incluso se encuentran en peligro de cierre, el 46% de las personas que manifiestan tener algún grado de Dependencia no obtienen ninguna ayuda externa. Así mismo, la Diputación Foral de Bizkaia, ha destinado para el ejercicio 2011, una partida de 50 millones de euros para la ayuda en el entorno familar. Ayuda esta, que se contempla como doblemente excepcional, por su condición de prestación económica y por sus características, ya que según todos los informes esta ayuda es cuestionada.
• La privatización de estos servicios, supone un trasvase de dinero público a empresas privadas, las cuales priman el jugoso beneficio a la calidad del mismo y por ello, a las condiciones laborales de los y las trabajadoras. La privatización mercantiliza el servicio.
• El número de trabajadores/as es escaso y consecuencia de ello, un servicio totalmente asistencialista y deficiente para el usuario/a, originando una excesiva carga de trabajo física y psicosocial a los y las trabajadoras. Como es posible que un trabajador/a , levante, limpie y cure a más de 10 usuarios en apenas dos horas!!
• La compensación por cuidar y asistir a las personas usuarias, los 365 días del año, las 24 horas del día, es irrisoria. La precariedad, es la principal característica, ya que el coste del servicio recae las precarias condiciones laborales de los y las prestatarias.

Nosotros y nosotras, no compartimos este modelo de servicios sociales impulsado por la Diputación de Bizkaia y queremos mostrar nuestro compromiso activo con la lucha por un cambio integral del modelo de los servicios sociales, son y serán muchas las actividades que desarrollaremos en esta exigencia.

Pero en lo inmediato, exigimos a la Diputación, que vaya más allá de discursos y reflexiones y que en el ejercicio de sus competencias y responsabilidades, así como a la clase política en general que se involucren en la solución de este conflicto, y tomen medidas en aras a su desbloqueo en los siguientes términos:

• Se precisa un acuerdo regulador que tenga en cuenta la feminización del propio grueso de las plantillas, con lo que supone profundizar en medidas de conciliación laboral y familiar, que formen a su vez parte de una planificación en materia de igualdad mediante planes de igualdad específicos al sector y centros que trabajamos.
• Una retribución digna, acorde al servicio que prestamos, por la que se nos compense la fundamental y ardua función que desempeñamos, y nos permita desarrollar a nosotros y nosotras un proyecto de vida digno.
• Una mejora en distribución y configuración de horarios en una apuesta firme por normalizar jornadas continuas, así como buscar sistemas de turnos lo menos perjudiciales para la salud de los y las trabajadoras.
• Una gratificación en tiempo o retribuida, por el hecho de prestar servicio en días festivos, así como en fines de semana, y en horario nocturno.
• Establecimientos de ratios usuario/a – asistente/a de forma presencial y sustancialmente aumentados. Por nuestra salud y por la calidad y eficiencia en el servicio, posibilitando una mayor y mejor atención directa con los y las usuarias y siendo ésta, la esencia de un servicio destinado a promocionar el desarrollo personal.

En este sentido, desde LAB, hemos impulsado una iniciativa en JJGG, la cual ha sido bien acogida y secundada en forma de proposición no de norma por ANV, EA, Aralar y Ezker Batua Berdeak , con el objeto de que esta institución adopte una serie de medidas concretas, en el ejercicio de sus responsabilidades, ante la gravedad de la situación. Esta parte entiende que, si encontrándonos en la antesala de unas elecciones Forales y municipales, el Señor Jose Luis Bilbao cierra esta legislatura sin resolver este conflicto, sin poner las bases para el establecimiento de unos Servicios de atención a los y las dependientes de calidad y universales, él y su equipo de Gobierno, estarían cometiendo un auténtico fraude político y social, si cierra ésta legislatura con éste drama social y laboral sin resolver, ni él ni su equipo de Gobierno estarían legitimados para presentarse a las elecciones.

Desde LAB, manifestamos una vez más, nuestro compromiso por seguir impulsando la movilización hasta la consecución de un Convenio digno.

Por ello, hacemos un llamamiento al conjunto de los y las trabajadoras del sector a secundar las siguientes movilizaciones: El próximo día 17 de marzo una concentración en la oficina de acción social de Diputación en la calle ugasko a las 11,30 horas.

Así mismo, queremos manifestar que como parte del endurecimiento de nuestra intervención sindical, estamos barajando la posibilidad de convocar una semana de huelga en la última semana de marzo.

En Bilbao, a 10 de marzo del 2011