Este incremento eleva a un total de 222.918 personas la cifra oficial de paro registrado, es decir un 1,8% más que el mes anterior. Ante esta situación para LAB la única respuesta eficaz consiste en impulsar un proceso de cambio político y social, con un frente amplio entre los agentes políticos, sindicales y sociales que compartamos dicho objetivo.
A los desmanes del poder financiero y las políticas neoliberales aplicadas en Europa durante años, se unen ahora las recetas más ultraconservadoras para intentar ganar competitividad a costa de los salarios y de los derechos laborales y sociales conquistados durante décadas de lucha. El resultado: una nueva recesión y una situación de emergencia social.
El caso del Estado español es paradigmático en este sentido. Su estrategia de reformas recibe toda clase de parabienes de líderes europeos, organismos internaciones y asociaciones empresariales. Mientras tanto, la dureza de las reformas y sus consecuencias se ensañan con la clase trabajadora y las capas sociales más vulnerables, en ocasiones (como la reforma de las pensiones) con el beneplácito de los sindicatos de obediencia española.
Los nefastos efectos de la reforma laboral son incontestables en términos de destrucción de empleo y pérdida de derechos; sin embargo, las secuelas más duras de la reforma de la negociación colectiva todavía no se han manifestado con toda su crudeza.
Frente a estos atropellos de corte centralista y antisocial la única respuesta eficaz consiste en impulsar un proceso de cambio político y social comprometido con los derechos de la clase trabajadora vasca y la libertad de nuestro pueblo para decidir su futuro. Pero no existen atajos, para recorrer el camino de la soberanía política, económica y social el primer paso es construir un frente amplio con los agentes políticos, sindicales y sociales que compartan dicho objetivo.
Gasteiz, 4 de diciembre de 2012