Mañana, 15 de diciembre, las personas pensionistas van a volver a salir a las calles de Euskal Herria a reivindicar, una vez más, el derecho a unas pensiones dignas y a un sistema propio de seguridad social que les garantice un proyecto de vida digno.
Tras las masivas movilizaciones de los últimos meses nos encontramos con una nueva convocatoria que, entendemos, da de lleno con los problemas y las soluciones que se pueden y deben adoptar desde las Instituciones públicas.
Ahora hay una oportunidad para modificar los recortes que han aplicado durante los últimos años, los presupuestos pueden abrir la vía para ello y la clase política debe escuchar las demandas de la calle, de las personas que más lo necesitan. Desgraciadamente más de 190.000 pensionistas cobran por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, muchos miles no pueden llegar a fin de mes ni encender la calefacción en invierno y, desgraciadamente, hoy todavía hay partidos políticos que prefieren apostar por dejarles en la pobreza aun cuando hay dinero para ayudarles a salir de la misma.
Desgraciadamente son las mujeres pensionistas quienes más sufren estas situaciones, ellas son quienes peores pensiones tienen y el 76% de las mismas cobran por debajo del umbral de la pobreza y eso hay que remediarlo ya. No se puede seguir mirando para otro lado y condenarlas a ser pobres, es totalmente injusto e inadmisible. Es hora de apostar por políticas de igualdad y con las pensiones se puede hacer ya.
La vulneración de derechos sociales económicos y sociales a golpe de reforma está llevando a muchas personas, también pensionistas, a una situación alarmante y es hora de darle la vuelta. Esto está ocurriendo con las personas pensionistas del presente pero igualmente lo plantean para las pensionistas del futuro, esas actuales trabajadoras y trabajadores que tienen empleos precarios, sueldos de miseria y unas condiciones de vida que no son dignas.
Las pensiones están en juego debido a la aplicación de la reforma laboral en las empresas vascas, la discriminación de las mujeres en un mercado laboral segregado y la pauperización del sistema de protección social. Es hora de darle la vuelta y los presupuestos para 2019 son el momento para hacerlo, no escurran el bulto o, lo que es peor, no castiguen más a las personas más necesitadas y atiendan sus demandas.
Reivindicamos unas pensiones dignas, la garantía del IPC para todas ellas, una pensión mínima de 1.080 euros, al amparo de lo que establece la Carta Social Europea, igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, con claro objetivo de acabar tanto con la brecha salarial como con la brecha en pensiones, y un Sistema Público y Propio de Protección y Seguridad Social que garantice pensiones dignas ahora y en el futuro, así como un SMI de 1.200 para la clase trabajadora vasca.
Por todo ello, desde LAB hacemos un llamamiento a toda la sociedad vasca a que se sume a la movilización de las personas pensionistas. Tanto los directamente afectados/as como también a trabajadoras y trabajadores en activo, a paradas y parados, precarias y precarios, migrantes, jóvenes, mujeres … a que salgan a la calle junto con las pensionistas y sus reivindicaciones.
Tenemos alternativa a las vidas precarias que nos quiere imponer el capital.
¡Es hora de salir a la calle! Aquí y ahora, es posible conseguir una pensión mínima de 1.080 euros, un Sistema Público y Propio y un Salario Mínimo de 1.200 euros.
Si aquí trabajamos, y aquí cotizamos, aquí también queremos decidir.