Los nuevos paros tendrán lugar el 4, 5 y 6 de junio, a convocatoria de LAB, ELA, UGT, ESK y CCOO.
Esta es la nota de prensa emitida hoy por las trabajadoras de Garbialdi:
Tal y como avisamos el 28 de mayo, el primer día de huelga del colectivo de limpieza de los centros de la Diputación Foral de Bizkaia, seguiríamos adelante con las convocatorias si por parte de Garbialdi y de la propia Diputación no se producía un cambio de actitud estos días.
El seguimiento de los tres días de huelga realizados (28, 29 y 30 de mayo) ha sido alto y, en ese sentido, nos encontramos muy satisfechas. Trabajadoras de centros importantes como son las Juntas Generales o las oficinas de Ugasko han respaldado al 100% la convocatoria. En otros edificios como el Palacio Foral o las oficinas de Hacienda la huelga ha tenido un seguimiento superior al 75%.
Para muchas de las trabajadoras que han participado en las protestas, ésta era su primera huelga. Pero es que la situación no tiene otra salida: aumento constante de las cargas y frecuencias de trabajo, reducciones de jornada, más de 20 puestos de la plantilla amortizados, salarios congelados desde el año 2010. La situación es insostenible y Garbialdi busca darle salida con una oferta de incremento del 0,3%, y sólo para el ejercicio del 2017. En otras palabras, 0,14 euros de subida a cambio de soportar la explotación diaria.
Ésta es la oferta que hicieron en junio del año pasado y desde entonces no se han movido. Garbialdi quiere empobrecernos, y cuenta con ello con la connivencia de la Diputación Foral de Bizkaia. Primero, privatiza el servicio y después, contempla impasible cómo se precarizan las condiciones laborales de las trabajadoras que diariamente limpiamos sus centros.
Salir el 8 de marzo con el lazo lila para de puertas mientras de puertas para adentro se contribuye al deterioro y a la explotación de sectores tan feminizados como es el de la limpieza. Ésa es la verdadera cara de la Diputación.
El próximo 4, 5 y 6 de junio volveremos a hacer huelga. Sacaremos las fregonas a la calle con la cabeza bien alta y cargadas de dignidad. Exigimos ser escuchadas y como hemos coreado estos días volveremos a gritar bien alto, ¡no somos invisibles, estamos aquí!