El sindicato LAB quiere mostrar su solidaridad y sus condolencias más sentidas a la familia y allegados de R.A.C., trabajador altsasuarra de 35 años, fallecido hoy en Arbizu en accidente laboral traumático en la fábrica Lakber perteneciente a la empresa Sakana S.Coop. Del mismo modo, este sindicato exige de manera muy firme a las instituciones y a los responsables de esa empresa que aclaren inmediatamente todas las circunstancias del suceso, sobre todo teniendo en cuenta que es el tercer trabajador muerto en los últimos cuatro años en dos fábricas de esa empresa.
Según los datos que maneja LAB ya son 27 las personas trabajadoras muertas en el trabajo (o in itinere) en 2019 en Euskal Herria (9 de ellas en Navarra). Los datos nos obligan a considerar imprescindible socializar las consecuencias de la precariedad. Por eso, LAB hace un llamamiento a participar en aquellos actos que se organicen para denunciar el accidente laboral mortal de hoy.
Todos los accidentes laborales son lamentables y preocupantes, pero a LAB le produce una preocupación aún mayor el hecho de constatar que el de hoy es el tercer trabajador muerto en los últimos cuatro años en las fábricas de Sakana S.Coop.
El 26 de junio de 2015, en la fábrica de Lakuntza de Sakana Sociedad Cooperativa, falleció J.M.R.G. de 43 años, trabajador corellano de una empresa subcontratada, al caer de una altura de 14 metros. A raíz de aquel accidente dos responsables de esa segunda empresa fueron condenados a año y medio de cárcel por un delito contra el derecho de los trabajadores y por un delito de homicidio imprudente.
El 15 de marzo de 2018 Y.L.A. trabajador lakuntzarra de 30 años tuvo un accidente en esa misma fábrica de Lakuntza. Le cayó encima una plancha metálica y falleció un día después.
La precariedad, la escasa calidad del empleo y no adoptar medidas de prevención adecuadas suelen ser las razones estructurales de los accidentes y la enfermedades laborales: subcontratación, temporalidad, contratos parciales, ritmos de trabajo frenéticos, falta de formación… Lo más grave es que el único objetivo que subyace a todo esto es el hambre de dinero de las empresas. Reducir los costes del trabajo para mantener las tasas de beneficios no hace más que profundizar en la precariedad, ya que no se toman las medidas de prevención necesarias. Para que unos sigan ganando, cada vez son más los trabajadores que son obligados a poner en riesgo sus vidas, y cada vez son más los que acaban muriendo. Así, queremos recalcar que casi todos los accidentes laborales podrían evitarse con unas medidas de seguridad básicas. Ya que normalmente los accidentes ocurren en situaciones de cruda precariedad, y dejan en evidencia que precisamente a causa de esa precariedad estamos retroceciendo en materia de prevención.