Llamamos a secundar las movilizaciones que desde el día 19 de febrero han anunciado las Plataformas de pensionistas vascas y sus reivindicaciones, que son las nuestras, para mostrar nuestro rechazo a las reformas de las pensiones que tanto el PP como el PSOE han realizado, para decirles que no nos conformamos con el 0,25%, porque merma nuestro poder adquisitivo, y pedir que nos devuelvan lo que nos han robado garantizándonos unas pensiones públicas dignas.
El Área de Mayores y Pensionistas de LAB anima a las más de 680.000 personas pensionistas vascas a salir a la calle a pelear por sus derechos. Desde este área llevamos muchos años luchando por un presente y futuro sostenible. Por ello, fuimos convocantes de sendas Huelgas Generales en contra de las últimas reformas de pensiones. Porque las políticas de empobrecimiento también en este ámbito, desde o sin los acuerdos del Pacto de Toledo, tienen la mismas consecuencias: minar nuestro proyecto de vida, dificultar el acceso a las prestaciones y rebajar sus cuantías.
La desfachatez de la Ministra Bañez con su carta, es un insulto más a los y las miles de pensionistas que, además de cobrar una pensión de miseria, se nos vuelve a castigar con un incremento ridículo, que nos hace perder poder adquisitivo.
Hoy las calles están cada vez más llenas de indignación. Hace poco, las Plataformas de Pensionistas de Hego Euskal Herria ya presentaron ante los parlamentos de Gasteiz 71.724 firmas y otras 7.600 en el de Iruña, y pudimos comprobar cómo los partidos políticos PNV, PSOE, PP y UPN rechazaron sus justas reivindicaciones. ¡Ya está bien!
Tenemos que decir alto y claro que estamos hartas y hartos de tanto desprecio al colectivo de pensionistas por parte de esos políticos que, mientras cobran sueldos de escándalo y no dudan en ayudar a la banca, dejan tiradas a la mayoría de personas pensionistas que perciben pensiones por debajo del umbral de la pobreza.
Poco o nada podemos esperar del Estado, de quienes lo sustentan o apoyan. No queremos que decidan por nosotras cómo tenemos que vivir. No queremos ver cómo año tras año, nuestras pensiones merman y nuestras condiciones de vida empeoran. No necesitamos gestionar lo que decide Madrid, porque gestionar políticas neoliberales significa gestionar los recortes que vienen del Estado, sin capacidad y por lo tanto, sin posibilidad, de garantizar vidas vivibles, vidas sostenibles.
Han pasado casi 40 años desde que se aprobó el estatuto y sigue sin cumplirse. Nos parece que, tantos años después, no se puede andar mendigando las transferencias, que es lo que está haciendo el Gobierno Vasco. Si aquí vivimos y aquí trabajamos, queremos decidir aquí también nuestras pensiones. Es por ello, que subrayamos la necesidad de que el nuevo estatus contemple la plena capacidad normativa en el sistema de pensiones. Un Sistema propio de Protección y Seguridad Social que nos sirva para garantizar, ahora y en el futuro, unas pensiones públicas dignas, una pensión mínima de 1.080 euros como establece la Carta Social Europea.